Cómo hacer un análisis DAFO (FODA) personal
¿Haz pensado lo interesante y útil que sería hacerte un análisis DOFA (o FODA) personal? Si ya lo has hecho, te mereces una gran felicitación porque has cumplido con uno de los primeros requisitos para trazar una ruta clara hacia el cumplimiento de objetivos profesionales y personales. Si no lo has hecho, no dejes de leer este artículo
A lo largo de nuestra vida profesional, en algún momento (o en muchos) hemos tenido que hacer o leer un análisis DAFO de nuestra organización, departamento, producto, servicio, etc. Pero, ¿te has planteado en algún momento hacerte un análisis DAFO o FODA a ti mismo? ¿Haz pensado lo interesante y útil que sería? Si ya lo has hecho, te mereces una gran felicitación porque has cumplido con uno de los primeros requisitos para trazar una ruta clara hacia el cumplimiento de objetivos profesionales y personales.
Ya te hemos adelantado el propósito de hacerte un análisis DAFO personal, es un ejercicio que, además de ayudarte a conocer mejor diferentes aspectos de tu persona, te permitirá diseñar un plan estratégico y una hoja de ruta para alcanzar tus propios objetivos en los diferentes ámbitos de tu vida.
Por lo tanto, partimos del supuesto de que tienes aspiraciones y metas que deseas alcanzar. Si aún no las tienes bien definidas, te animamos a que te regales un momento de reflexión para poner por escrito todo eso que deseas lograr. De ser posible, aplica el principio SMART (objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo de cumplimiento), esto te hará más fácil visualizar la ruta a seguir y plantearte etapas en su recorrido.
Un análisis DAFO personal es un ejercicio que, además de ayudarte a conocer mejor diferentes aspectos de tu persona, te permitirá diseñar un plan estratégico y una hoja de ruta para alcanzar tus propios objetivos en los diferentes ámbitos de tu vida.
Ahora podemos hacer nuestro análisis DAFO (o FODA) que, como ya sabes, comienza por conocer las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades del objeto del análisis, es decir, nosotros mismos. Para ello, es fundamental tener claro cuáles son los factores internos y cuáles los externos.
[do action=”resaltado”]Factores Internos[/do]
En nuestro caso, son todas aquellas características que nos definen como individuo, como la persona que somos (aptitudes, actitudes, habilidades, hábitos, temperamento, etc). También se incluyen las condiciones que se relacionan directamente con nuestras capacidades (económicas, físicas, etc). Estos factores los podemos agrupar en dos categorías: debilidades y fortalezas.
Fortalezas: Son todos los factores internos que nos colocan en una posición de ventaja frente a otros individuos o que podemos usar para impulsarnos en el camino. Por ejemplo, facilidad para relacionarse con otras personas, amplia experiencia en un área de trabajo, perseverancia y constancia.
Debilidades: Son todos los factores internos que obstaculizan o que nos ponen en una posición desfavorable con respecto a las metas que deseamos alcanzar. Por ejemplo, falta de especialización en alguna materia, tendencia a la procrastinación, dificultad para aprender idiomas, no tener permiso para conducir.
Si te resulta difícil identificar tus debilidades y fortalezas o deseas ampliar esa lista desde una perspectiva más amplia, pide a tus familiares y amigos más cercanos que te ayuden a elaborarla. Es posible que te sorprendan con alguna cualidad que estabas pasando por alto.
[do action=”resaltado”]Factores Externos[/do]
En el análisis DAFO personal los factores externos son todos aquellos que pertenecen a nuestro entorno (trabajo, familia, vecindario, mercado laboral, etc.). También se pueden dividir en dos categorías: amenazas y oportunidades.
Amenazas: Son los factores externos que pueden perjudicarnos o entorpecer nuestro plan hacia el cumplimiento de nuestros objetivos. Por ejemplo, un compañero de trabajo postulando para la misma promoción, aumento de la tasa de interés de un préstamo, nuevos requisitos para ingresar a un programa de becas.
Oportunidades: Son los factores externos que se pueden aprovechar para mejorar nuestra situación o facilitar el camino hacia nuestra meta. Por ejemplo, un nuevo proyecto en nuestro departamento, un nuevo contacto en esa empresa que querías tener como cliente, un nuevo programa de actualización de conocimientos en tu universidad.
Lo siguiente que debemos hacer es cruzar los factores internos y externos para identificar prioridades y diseñar nuestro plan de acción.
[do action=”resaltado”]Cruzar factores internos y externos[/do]
En este paso estableceremos una relación entre los factores de la siguiente manera:
Fortalezas y Amenazas: Se trata de determinar cómo podemos utilizar nuestras fortalezas para neutralizar las amenazas. Supongamos que estamos compitiendo con otro compañero que tiene una gran experiencia en el área para ganar una nueva posición en el trabajo, el propósito aquí sería definir cómo nuestra mayor preparación académica puede convertirse en una ventaja competitiva.
Fortalezas y Oportunidades: En este cruce de factores, las fortalezas servirían para aprovechar las oportunidades que hemos detectados. Digamos que en el departamento se ha iniciado un proyecto y contamos con todas las competencias necesarias para participar. Entonces ¿qué podemos hacer para involucrarnos y destacar con miembro valioso en ese proyecto?.
Debilidades y Amenazas: Este emparejamiento no parece muy positivo, pero sí lo es. Este cruce nos hace posible establecer las acciones que debemos ejecutar para evitar que nuestras debilidades permitan que las amenazas se conviertan en adversidades. Si nos aumentaron la tasa de interés de un préstamo y no tenemos forma de incrementar nuestros ingresos para cubrir ese aumento, una opción sería identificar qué gastos podemos recortar para equilibrar la balanza.
Debilidades y Oportunidades: Este casamiento nos ayudará a saber cuáles son esas debilidades que nos están impidiendo aprovechar las oportunidades y determinar qué podemos hacer para corregir la situación. Imaginemos que nos han cambiado al gerente de compras que lleva años ordenando nuestros productos y conoce muy bien nuestro sistema, pero somos personas con poca paciencia para enseñar y debemos explicarle a este nuevo contacto nuestro proceso de compra y cómo usar el sistema. Por otro lado, cabe la posibilidad de que, si lo hacemos bien, este gerente compre otros productos que el anterior se negaba a comprar. Entonces, es obvio que debemos encontrar la forma más efectiva de enseñar al nuevo contacto para que tenga una grata experiencia.
Finalmente, una vez que tenemos los cruces de factores, estaremos en capacidad de diseñar nuestro plan estratégico con la hoja de ruta y las acciones necesarias para cumplir nuestros objetivos.
Esperamos que te hayas contagiado de entusiasmo y que sigas nuestra recomendación de hacer tu análisis personal DOFA.