Bienvenido A Un Mundo VUCA
Cada uno de los elementos de VUCA hace referencia a una realidad a la que se enfrenta cualquier organización hoy en día, independientemente del sector en el que desempeña su labor. Incluso como individuos formamos parte de este mundo complejo y lleno de incertidumbre.
Quizás no lo sepas, pero tu día a día, y el de tu organización, se mueve en un mundo VUCA. Este acrónimo responde a las siglas en inglés de Volatility (Volatilidad), Uncertainty (Incertidumbre), Complexity (Complejidad) y Ambiguity (Ambigüedad). Su origen procede del entorno militar y se utilizaba para explicar el “nuevo mundo” surgido tras la caída del muro y el fin de la Guerra Fría.
Esta sensación de cambio vertiginoso y de desconcierto ante el inesperado flujo de los acontecimientos ha traspasado el análisis geopolítico para hacerse patente en el día a día de cualquier organización. Varios analistas comenzaron a aplicar, con bastante éxito, este concepto a entornos empresariales en los que la necesidad de afrontar cambios continuos en su estrategia y quehacer diario, movidos por un entorno cambiante, resulta clave.
En un entorno VUCA el conocimiento y las competencias acumuladas quedan obsoletas rápidamente, y es necesaria la formación continua y la capacidad de adaptación de la organización para ser capaz de enfrentarse a los nuevos retos planteados.
[do action=”resaltado”]Desglosando VUCA[/do]
En primer lugar, es importante comprender el significado de este acrónimo y su aplicación al entorno organizacional. Por ello, veamos cómo afecta cada uno de los conceptos que lo integran en el día a día de cualquier organización:
Volatilidad: Vivimos en un mundo en constante cambio. Los conceptos y significados que hoy son válidos, pueden no serlo mañana. Nunca antes en la historia se han vivido cambios tan importantes a esta velocidad y con tanta repercusión global. Y esto no sólo hace referencia a las continuas evoluciones tecnológicas: la globalización hace que cualquier transformación, cambio o turbulencia en cualquier parte del mundo o sector acabe teniendo consecuencias visibles en cualquier organización. Como expresó de manera muy gráfica en los años 70 el matemático y meteorólogo Edward Norton Lorenz, “el aleteo de una mariposa en Brasil puede provocar un tornado en Texas“.
Intercertidumbre: Casi como consecuencia de lo anterior, la volatilidad de un mundo en constante disrupción hace difícil prever acontecimientos futuros: surge la incertidumbre y la duda, lo que afecta a la capacidad en la toma de decisiones y a la planificación estratégica de las organizaciones.
Complejidad: Las organizaciones se han convertido en entidades cada vez más complejas, donde resulta difícil establecer y comprender las relaciones existentes entre los diferentes elementos que las envuelven, tanto a nivel interno como externo. Esto provoca que sea cada vez más difícil interpretar correctamente las causas y efectos de una situación o problema concreto y, por tanto, ofrecer soluciones efectivas.
Ambigüedad: Como resultado de los tres puntos anteriores, surge la ambigüedad. Esa dificultad para obtener resultados y conclusiones clarificadoras de cualquier evento y, por consiguiente, ser capaz de aplicar las medidas correctivas adecuadas.
[do action=”resaltado”]Guía de supervivencia a VUCA[/do]
Cada uno de los elementos de VUCA hace referencia a una realidad a la que se enfrenta cualquier organización hoy en día, independientemente del sector en el que desempeña su labor. Incluso como individuos formamos parte de este mundo complejo y lleno de incertidumbre del que hablamos: ¿cuántos de nosotros somos capaces de predecir si mantendremos el mismo empleo o vivienda en un futuro cercano? ¿o si, aún dentro de la misma empresa, estaremos ejerciendo una labor similar a la que hacemos hoy en día?
Siendo conscientes de esta realidad, VUCA no debe verse como una serie de obstáculos insalvables a los que nos enfrentamos como organización e individuos, sino como la expresión de una realidad que debemos ser capaces de afrontar. La capacidad de anticiparse a los problemas, la profunda comprensión de las consecuencias de las acciones tomadas, la capacidad de detectar las relaciones de interdependencia entre los diferentes elementos y sistemas que conforman una organización, así como la capacidad para detectar y aprovechar oportunidades y enfrentarse a nuevos retos, pueden suponer un claro elemento diferenciador frente a la competencia.
Para afrontar esta situación, en su obra “Leaders make the future”, Bob Johansen invierte los términos y nos invita a convertirnos en líderes VUCA, convirtiendo los conceptos negativos en oportunidades. De esta forma, para Johansen el acrónimo de VUCA pasa a estar formado por los siguientes conceptos: Visión, Comprensión (Understanding), Claridad y Agilidad.
VUCA no debe verse como una serie de obstáculos insalvables a los que nos enfrentamos como organización e individuos, sino como la expresión de una realidad que debemos ser capaces de afrontar.
Las organizaciones capaces de crecer y evolucionar en el actual contexto se deben caracterizar por estos 4 elementos:
- Visión: Frente a la volatilidad del entorno, una visión clara que permita definir los retos a los que se enfrenta la organización y que refuerce la capacidad para valorar el entorno que la rodea y los posibles cambios y retos a los que se puede enfrentare en el futuro. En definitiva, la capacidad de hacerse las preguntas adecuadas en los momentos precisos y de hacer partícipe a todos los miembros de la organización de una visión compartida que alinee esfuerzos en la misma dirección.
- Comprensión: Frente a la incertidumbre, comprensión. Comprensión de los procesos y sistemas internos, de las necesidades de los clientes, de las opiniones, aptitudes y valor de los trabajadores… En este sentido, la capacidad de la empresa para gestionar el talento de los diferentes empleados, la escucha activa tanto desde dentro de la organización, integrando a todo el equipo de la visión de la organización, como externa, ayudará a mejorar la compresión del negocio y a predecir sus necesidades futuras.
- Claridad: La mayor y mejor comprensión de la organización ayudará a las empresas a dar claridad a un entorno de creciente complejidad. En este sentido, la adecuada gestión de la información y el conocimiento se antojan claves para ayudar a la toma de decisiones más eficaces.
- Agilidad: La ambigüedad es enemiga de la planificación. Ante un entorno imprevisible, las empresas deben olvidarse de planes de trabajo cerrados y de estructuras inamovibles y abogar por metodologías ágiles. La capacidad de la empresa para adaptarse a imprevistos y amoldarse a nuevas oportunidades y cambios inesperados es hoy en día más importante que una planificación a largo plazo.
En conclusión, VUCA está aquí para quedarse. El caos y el cambio se han convertido en la nueva normalidad. Y para enfrentarse a esta mundo donde la incertidumbre es norma, cualquier organización e individuo debe ser capaz de tener una visión clara de a dónde quiere llegar, ser capaz de comprender el camino que debe emprender y ser consciente de todos los factores que le pueden llegar a afectar y, sobre todo, ser lo suficientemente flexibles para responder a todos los retos inesperados que, con seguridad, se encontrará en el trayecto.