La Transformación Digital: Tecnología, Cultura y Modelo de Negocio
La transformación digital en una empresa no se trata meramente de digitalizar documentos y tareas, es un proceso mucho más profundo y amplio en el que participan todos los stakeholders de la organización. En este artículo te explicamos en qué consiste y qué factores deben tomarse en cuenta para su implantación.
La línea entre el mundo físico y el mundo “virtual” se hace cada vez más delgada. Podríamos decir que para los adultos más jóvenes esa línea ya no existe, puesto que crecieron en una especie de fusión de ambos mundos en la que los móviles y tablets son mucho más que instrumentos de comunicación y entretenimiento, las redes sociales son un lugar de encuentro ubicuo y las compras se hacen a través de app y tiendas virtuales.
Esta fusión de ambos mundos ha producido un cambio en el comportamiento de clientes y consumidores, en la forma en que toman decisiones y cómo adquieren productos y servicios. Por lo que, consecuentemente, las empresas han tenido que replantearse la manera de acercarse al público. Es así como empezamos a oír sobre la transformación digital.
[do action=”resaltado”]¿Cómo podemos definir la transformación digital?[/do]
Es posible que lo primero que se nos venga a la mente al escuchar el término transformación digital sea la digitalización de archivos y documentos o la automatización de tareas en los procesos de una organización. Si bien es cierto que ambas cosas forman parte de la transformación digital, son apenas dos aspectos básicos dentro de los múltiples factores que se deben contemplar para hacer una definición.
La transformación digital es un proceso de remodelación del negocio mediante el cual la empresa emplea estrategias digitales, valiéndose de las nuevas tecnologías para obtener mayores beneficios en productividad, disminución de costos e innovación, siempre enfocadas alrededor del cliente.
Esto quiere decir que todas las áreas y recursos de la empresa se transforman para adaptarse a las necesidades de sus clientes, usando como estrategia el aprovechamiento de las tecnologías que, en la actualidad, se sustentan en cuatro pilares: socialización, movilidad, analítica y ubicuidad (nube).
[do action=”resaltado”]¿Quiénes participan en la transformación digital de la organización?[/do]
Todos los departamentos y personas deben participar en la transformación digital de la empresa, ya que se trata de un cambio de paradigma que debe ser parte de la cultura organizacional.
Uno de los objetivos de la transformación digital es lograr que las diferentes áreas de la empresa alimenten y extraigan información de un sistema central de datos de acuerdo con las interacciones que vayan teniendo con sus clientes y demás stakeholders. El manejo y acceso a la información es clave para la toma de decisiones en todos los departamentos, por ejemplo, para mejorar o idear nuevas experiencias para los clientes, para hacer más eficientes los procesos operativos o para crear nuevos productos.
Alcanzar un nivel de transformación digital óptimo requiere una preparación adecuada de todo el personal de la empresa y mantener un continuo desarrollo en lo digital. Lo ideal es que todas las personas tengan la capacidad de innovar o contribuir con la innovación en sus correspondientes áreas.
[do action=”resaltado”]¿Cómo se implementa la transformación digital?[/do]
Lo primero que se debe hacer es un diagnóstico inicial para conocer la situación actual de la organización. En este diagnóstico se evalúan diferentes aspectos de la empresa, partiendo de los objetivos estratégicos, gestión de sus clientes y stakeholders, hasta las plataformas tecnológicas, procesos, talento humano, etc.
Una vez que se tiene el diagnóstico, se puede establecer una hoja de ruta para llevar a cabo el proceso de transformación digital. En esta hoja de ruta se desglosa un plan de implementación donde se especifican las etapas, tiempos y recursos necesarios.
Cada empresa es un ente único con características y necesidades propias. En algunos casos la transformación digital puede requerir apenas un nuevo enfoque en el aprovechamiento de los recursos con que cuenta la organización, mientras que en otros puede significar una reconfiguración profunda de todo el modelo de negocio.
Para concluir, es importante señalar que la transformación digital es inevitable si se desea mantener un negocio competitivo. Con el tiempo, si no se toman las medidas necesarias para implementarla, la empresa dejará de ser rentable y se verá avasallada por sus competidores. También debe verse como un proceso continuo cuyo mayor propósito es la innovación constante.